Ruta de la Luz (Huelva)
La ruta de la luz es una propuesta diferente para nuevos viajeros. Plantea una nueva mirada sobre Huelva, de norte a sur, que nos propiciará ver y entender mejor sus recursos, su patrimonio, su naturaleza, su forma de vivir. La ruta descubre espacios insólitos de Huelva o llena de nuevos contenidos a sus destinos más acreditados.
Huelva es así también belleza, luz, inspiración y poesia en estado puro que invita a disfrutar de otra forma al viajero, que sabrá administrar a su medida este recorrido, en función de su tiempo y sus inquietudes, por una provincia que concentra los matices y los tonos de toda Andalucía y que tiene en la diversidad de paisajes su mejor reclamo.
El barrio alto de Huelva es, por extensión, el Conquero. Las calles más empinadas de la ciudad conducen con facilidad hacia él. Es, pues, el mejor mirador natural de la capital. Desde sus cabezos, como aquí se conocen a estas colinas, en días abiertos se pueden divisar las poblaciones cercanas, como Punta Umbría, Aljaraque o Gibraleón. Junto al santuario mudéjar de Nuestra Señora de la Cinta, destacan las iglesias de San Pedro, Concepción y la Merced. La huella británica queda patente en la Casa Colón, el barrio obrero y el muelle embarcadero de Riotinto.
Marismas de Odiel
Al Paraje Natural Marismas del Odiel se accede en canoa. El paseo transcurre por el complejo insular que genera la desembocadura del Odiel. A través de esteros y caños se surcan pequeñas islas de un extraordinario valor ecológico y con una nada desechable riqueza arqueológica, localizada sobre todo en el cementerio de barcos de Bacuta y la villa musulmana de Saltix (Saltes). Además, aquí se localiza la mayor concentración de espátulas de Europa, y la primera colonia balnearia marítima de España, las playas de Punta Umbría.
El Portil - El Rompido
Situado en la costa entre Lepe y Cartaya, el prodigio natural de la flecha de El Rompido, una punta de arena de doce kilómetros de extensión, cambiante con tos años y las invernadas, es resultado del juego caprichoso entre las aguas del río Piedras y el Atlántico. Entre Punta del Gato y Los Bajos del Portil se desemboca al Océano Atlántico; aquí se encuentran algunas de las mejores playas vírgenes de toda Europa. Imprescindible la visita a la Reserva Natural de la Laguna de El Portil y Paraje Natural de las Marismas del río Piedras y Flecha de El Rompido.
Isla Canela - Punta del Moral
La barriada marinera de Canela (Ayamonte, en la carretera de las Playas). se enclava en el espacio natural del Guadiana, e inicia una sucesión de pequeños enclaves, de origen muy remoto, hasta las playas de Isla Canela y Punta del Moral. Su encanto está en el paisaje de esteros, la calidez y tranquilidad del espacio y el juego indescriptible de olores, brisas y luces. Destacan el barrio de pescadores de Canela y Punta del Moral, el mausoleo romano, y la torre de almenara de Isla Canela. Muy recomendables sus productos pesqueros, de primera calidad, y sus arroces caldosos.
Ayamonte
El Parador de Ayamonte es una buena atalaya para observar el curso final del río. Ocupa el solar de un antiguo castillo de origen romano, frente por frente al doble emplazamiento defensivo de Castro Marim (Portugal). Aqui muere el último sol de Andalucía. Monumentalidad y, a la vez, costumbrismo en sus construcciones populares, distinguiéndose las de origen medieval del barrio de la Villa y las de la Ribera, abiertas desde el siglo XVI, con azoteas que dan al mar. La restuaración es de altísima calidad y variedad, sobre todo en mariscos y pescados.
Sanlúcar de Guadiana
Aguas arriba del Guadiana, se instaló este pueblo andevaleño. Paisaje de ribera, abierto a las rutas de agua con más facilidad que a los caminos, ha tenido tres ciclos en su historia. Ésta giró primero en torno a los cereales, al trigo, y en las malas coyunturas, al contrabando y la guerra. La impronta rural está en su blanco caserío y la bélica en el Castillo de San Marcos. Más tarde se reconvirtió con la minería del cobre. Sus intrincadas cuestas, el pequeño puerto fluvial, los cañaverales de las riberas y la vista de Alcoutim, le confieren una especial singularidad turística.
Puebla de Guzmán
Alardean los paisanos del lugar de que desde la Peña del Águila se divisa el mar -a 60 kilómetros en línea recta- los días sin celaje. Tierras abajo de La Puebla de Guzmán, se reducen y redondean las alturas del Andévalo hasta llegar a la tierra llana de Huelva y el mar. Fue aquí donde se erigió a fines del XV la bella ermita de la Virgen de la Peña. Es tan hermoso y rotundo el paraje que dos vírgenes se aparecieron al unísono: una habitó para siempre la Peña; la otra, Nuestra Señora de Piedras Albas, se trasladó al pueblo vecino de Villanueva de los Castillejos.
Almonaster la Real
La mezquita de Almonaster es un ejemplo único en la arquitectura del siglo X. Reutilizando materiales romanos y visigodos, fácilmente apreciables en los pilares de las naves, el capricho de luces y sombras de su estructura se acompasa con el rumor continuo del agua de su fuente y canalillos para extasiar incluso al viajero menos sensible. Desde su antiguo alminar, o desde el borde de tas murallas del recinto cristiano, se divisa una de las máximas alturas de la provincia, el San Cristóbal, y los pequeños valles de las aldeas en las estribaciones de Sierra Morena.
Alájar
En Alájar, de una evidente sonoridad musulmana, se levanta La Peña de Nuestra Señora de los Ángeles, uno de los ratos y misteriosos eremitorios del suroeste andaluz, desde que los ocupara San Víctor en el siglo V. Sin embargo, quien dio realmente fama a este espacio único fue el humanista Benito Arias Montano, que lo eligió para sus retiros y una extraña suerte de meditaciones, como transcribe en algunas de sus magníficas obras. El conjunto urbano de Alájar, declarado conjunto histórico artístico, posee a su vez una interesante arquitectura popular de la sierra.
Fuenteheridos
La plaza del Coso se encuentra en el centro del pueblo y está presidida por una impresionante y maciza cruz de mármol realizada en 1792, a partir de los afamados materiales de las canteras de Fuenteheridos. En uno de los laterales mana la Fuente de los Doce Caños, que recoge las aguas subterráneas del puerto de Los Ángeles y el Cerro de los Conejales. En el entorno de la plaza se abren las solanas, el corredor de las plantas altas de las casas, usado para orear la ropa y secar plantas. En el conjunto urbano de Fuenteheridos destaca la iglesia del Espíritu Santo.
Aracena
Se erige el castillo de Aracena sobre la propia gruta de las Maravillas. La elección del enclave por los templarios ya es una garantía de cuanto puede dominar la vista desde sus alturas. Casi 360° de una perspectiva que descubre la riqueza y la variedad del paisaje serrano, desde los dominios de la dehesa a los pinares; desde las aldeas a la propia ciudad. Destacan el Paraje Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche y la gruta de las Maravillas. También el conjunto urbano de Aracena con la iglesia de la Asunción, el Castillo del siglo XIII y el museo de esculturas.
Minas del Riotinto
La impresionante Corta Atalaya, un soberbio socavón de 500 metros en las entrañas de la tierra, está perfectamente señalizada en Riotinto. También se puede acudir para una visita guiada y más completa a las oficinas de la Fundación Riotinto, en el interior de la población. Imprescindible la visita a los Museos, minero en Minas de Riotinto, de artes plásticas "Vázquez Díaz" en Nerva y etnológico en Valverde del Camino. En gastronomía destacan las chacinas ibéricas, los gurumelos, los tontullos, los níscalos, las turmas y el delicioso cordero del Andévalo.
Berrocal
A escasos kilómetros de La Palma, se encuentra un primer molino de agua. Pero los molinos de mayor interés, utilizados desde la época romana, se levantan aguas más arriba, ya en el término municipal de Berrocal. Las oxidadas traviesas de un antiguo ferrocarril minero confirman las proximidad a este conjunto, donde las aguas del río toman todos los matices posibles de rojos y anaranjados. Destacan los paisajes únicos del río Tinto, donde científicos del CAB y la NASA investigan condiciones de vida similares a las que podrían encontrarse en el planeta Marte.
Niebla
Impresionante conjunto amurallado, de 2 kilómetros de extensión y 48 torres. Para apreciar los tonos rojos de sus muros, a los que canta Góngora, tal vez lo más adecuado sea acercarse hasta la puerta del Socorro, una de las principales del conjunto, por la que se accede a la antigua sinagoga, una mañana bien soleada, con el sol en el medio día. La muralla encierra las iglesias de la población, levantadas sobre antiguas sinagogas y mezquitas. Se celebra en el Alcázar de los Guzmanes, durante los meses de julio y agosto, el Festival de teatro y danza Castillo de Niebla.
Moguer
Desde la azotea de la Casa Natal de Juan Ramón, en la calle Ribera, la vieja calle de los marineros, se abren infinitas las marismas entre malvas, azules y verdes. El caserío de los hacendados de otros tiempos, con sus filigranas de rejas y tonos ocres, y el blanco mil veces matizada por la cal de sencillos pescadores y marineros contrasta aún más desde esta altura. Además de la ruta juanramoniana por Moguer con su casa Museo, son de gran interés los restos del castillo, el caserío de los siglos XVIII-XIX, así como los conventos de Santa Clara y San Francisco.
La Rábida
Aproando hacia América se abre un pequeño mirador en la planta alta del claustro mudéjar del Convento de La Rábida. Éste mantiene parte de los muros y las estancias donde estuvo Colón. Desde el mirador se divisa también el Muelle de las Carabelas y casi se adivina la marinería y, al fondo, donde el Tinto y el Odiel son un único curso, la emblemática estatua del Almirante, la obra de Gertrudis Whitney que regaló el pueblo de Norteamérica a Huelva. Durante los meses de julio y agosto se celebran exposiciones y conciertos al aire libre en el Foro Iberoamericano.
Mazagón
Este conjunto de dunas y médanos, posiblemente los más elevados de toda la costa de Huelva, están perfectamente localizados en el kilómetro 46 de la carretera que une Mazagón y Matalascañas. Se ha adecuado una zona de aparcamiento y cómodos senderos de madera que coronan una panorámica soberbia de la playa virgen, entre pinos, enebros, sabinas costeros y camarinas, la flor de la duna. Nos encontramos ante una de las playas más tranquilas y familiares del litoral. Destaca su magnífico puerto deportivo, además del paraje de dunas fijas del Asperillo.
El Rocío
Una vez en la aldea de El Rocío, en el término municipal de Almonte, es fácil localizar cualquiera de las recomendaciones. El mirador se levanta unos 300 metros a espaldas de la ermita, junto al Acebuchal -con ejemplares milenarios de este olivo silvestre-. En la orilla opuesta de la Madre de las Marismas, al pie de la carretera Almonte / Matalascañas, está La Canariega y un magnífico sendero que bordea estos humedales, cuyas aguas reflejan la ermita. Resultan excelentes los vinos y brandys del Condado de Huelva. También sus langostinos y coquinas.
Ruta facilitada por el Patronato Provincial de Turismo de Huelva
Más información: http://www.turismohuelva.org/