Visita a Osuna
Osuna se encuentra ubicada en una situación privilegiada, en el centro de Andalucía, junto a las principales arterias que vertebran las más importantes zonas humanas y económicas de la comunidad, la A-92 y la Nacional IV a su paso por Écija. Esta privilegiada situación la coloca a tan solo 1 hora de Sevilla, Córdoba y Málaga, y a hora y media de Granada, Jaén, Jerez y Algeciras.
Los orígenes de Osuna se remontan hacia el año 1000 a. C, a la época de los tartesios. Se le identifica con la ciudad ibérica de Urso. De esta época destacan los restos de "los toros de Osuna" y el bajorrelieve del "soldado", obras cumbres del arte ibérico que se pueden admirar.
Durante la época romana participó en las guerras entre César y Pompeyo. Tras la conquista se le da el estatuto de Colonia Genitiva Iulia. La legislación y ordenamiento cívico se recogen el la tablas "los bronces de Osuna", que también se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional.
En el periodo de Al-Andalus fue llamada Osona. En esta época nacieron importantes poetas, científicos, gramáticos y juristas.
La conquista cristiana fue llevada a cabo por Fernando III en el año 1240. En 1264, ante problemas de repoblación y mantenimiento de fronteras, Alfonso X el Sabio cede la localidad a la Orden de Calatrava, de la que es Encomienda Mayor. En dos siglos, llega a alcanzar la cifra de 2.500 habitantes.
Siendo Maestre de la Orden Pedro Girón, en 1464 la Villa es permutada por Fuenteovejuna y Bélmez, convirtiéndose en el núcleo del Condado de Ureña.
Con el cuarto conde de Ureña, D. Juan Téllez Girón, la ciudad alcanzará un gran esplendor. En 1562 le fue concedido el título de duque de Osuna al quinto conde de Ureña. El deseo de ascender en el estamento nobiliario fuerza a los Téllez Girón a desarrollar todo un programa constructivo que remodelará absolutamente el paisaje de Osuna, capital del señorío de los Téllez. En esta época se fundará la Colegiata, se creará la Universidad, 19 monasterios y 4 hospitales, y surgirán en el paisaje numerosas casas solariegas y palacios.
Colegiata de Santa María de la Asunción
Fue erigida por el Papa Paulo III en el año 1534, siendo su fundador el
primer patrono Don Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña. El templo junto con el
Sepulcro de los Duques, constituye un monumento de gran interés dentro del
Renacimiento Español.
El severo exterior, con escasa decoración y su torre
inacabada, está construido en sillar extraído de canteras de la propia
localidad.
En el interior que consta de tres naves, siendo la central más ancha y hacia la que se bifurcan diez capillas, sostienen su techumbre sobre veinte pilares de orden corintio e inspiración plateresca. La capilla mayor, con decoración barroca, fue transformada en 1721.
Entre las diversas obras que podemos observar en el interior destacaremos El
Calvario de José Ribera El Españoleto, y los lienzos de: Martirio de San
Bartolomé, San Jerónimo y el Angel del Juicio, Las Lágrimas de San Pedro y El
Martirio de San Sebastián, todos ellos realizados entre 1616 y 1618.
El
retablo mayor del siglo XVIII es obra de Juan Guerra. Tablas flamencas de los
siglos XVI-XVII, y el Cristo de la Misericordia, de Juan de Mesa, ubicado en la
capilla de la Inmaculada Concepción.
Convento de la Encarnación
Fundado en 1549 por el IV Conde de Ureña/ Don Juan Téllez Girón, como Hospital de la Encarnación del Hijo de Dios, fue convertido en monasterio mercedario en 1.626.
La fachada de la iglesia sigue el modelo creado por el arquitecto Fray Alberto de la Madre de Dios para el convento de la Encarnación de Madrid. Está realizado en ladrillo, enmarcándose el vano de entrada por pilastras y rematándose con un frontón partido. En el muro de la derecha se abre otra portada fechable en el siglo XVIII, formada por pilastras que sostienen un arco carpanel. El interior de la iglesia es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos y una pequeña cúpula sobre pechinas en el presbiterio.
El retablo mayor es barroco, realizado en 1723. A ambos lados de este retablo aparecen se encuentran otros dos de menor tamaño/ también barrocos, de mediados del XVIII. Entre sus piezas más interesantes se debe destacar una espléndida serie de azulejos sevillanos del siglo XVIII que revisten el zócalo del claustro y que representan los cinco sentidos, las estaciones del año, escenas bíblicas, una vista de la Alameda de Hércules de Sevilla, las monjas del con- vento rezando en el coro y escenas de montería y tauromaquia. Otras piezas interesantes son el Cristo de la Misericordia del siglo XVI y la Dolorosa de Francisco Meneses.
El convento también posee una importante colección de orfebrería, tanto española como italiana, formada durante siglos con las donaciones de los familiares de las monjas y sobre todo de sus protectores, los Duques de Osuna. Es de admirar la bella colección de imágenes del Niño Jesús de diversas épocas, (siglos XVII al XIX), con un riquísimo ajuar para vestirlos.
Museo Arqueológico - Torre del Agua
Del siglo XII, es el monumento más antiguo de Osuna. Consta de cuatro salas repartidas en dos plantas. En ellas se reúnen restos prehistóricos, distintas piezas ibéricas, reproducciones de los bronces, los relieves y el toro de Osuna cuyos originales se encuentran el Museo Arqueológico Nacional en Madrid y en el Louvre de París. Magnífica colección de terracotas romanas, vidrios, restos musulmanes y ladrillos visogodos decorados con motivos geométricos y símbolos cristianos.
Ruta facilitada por la Oficina de la Ruta Bética romana
Más información: http://www.beticaromana.org/