Sendero del Acantilado

LongitudDuraciónDesnivelTipoDificultadA pieEn biciEn coche
longitudduraciondesniveltipo linealdificultad mediaruta a  pie posibleruta en bici no posibleruta en coche no posible
6,2 Km4,5 horas100 metrosLinealMediaSiNoNo

Este sendero une la Playa de la Yerbabuena, en Barbate, con Los Caños de Meca atravesando el Parque Natural de un extremo a otro. Su trazado apenas presenta dificultad ya que transcurre en todo momento bordeando el "Tajo de Barbate", un espectacular acantilado casi vertical. Al tratarse de un recorrido lineal, podremos desarrollar el sendero en cualquiera de sus dos sentidos, iniciando la andadura indistintamente en Barbate o en Caños de Meca. También podremos combinarlo con el recorrido del sendero Torre del Tajo (Ver plano general).

 

mapa de ruta
 

Si elegimos la primera opción, podremos dejar nuestro vehículo e la zona de aparcamientos que existe junto a la playa de la Yerbabuena. Antes de iniciar el recorrido, y si el tiempo acompaña, podremos disfrutar de un baño amparados por el imponente paisaje del acantilado a nuestras espaldas.acantilado

Si bien esta playa se generó de manera natural, la construcción del espigón que cierra el puerto de Barbate ha acelerado el proceso de deposición de la arena arrastrada por las corrientes de deriva. En consecuencia, año tras año, se constata el crecimiento del frente litoral. De entre las especies más atractivas que pueblan la playa podemos destacar el barrón (Ammophila arenaria) o la azucena de mar (Pancratium maritimum), plantas muy frecuentes en el litoral gaditano. Esta última, además, presenta grandes flores de indudable belleza.

El sendero asciende a lo largo de unos 3.000 metros, aproximadamente hasta la mitad de su trazado, en donde encontramos la Torre del Tajo que se eleva majestuosa en su cima, a más de cien metros de altitud. Una vez pasado este pjnto, el sendero desciende gradualmente hasta alcanzar Caños de Meca.acantilado

Durante la mayor parte del ascenso hasta se puede admirar el impresionante escarpe modelado por el agua. Los materiales que constituyen la mayor parte del acantilado están compuestos por series calcareníticas pertenecientes al mio-plioceno, presentando, además, paquetes de margas arenosas. El contacto entre estos dos materiales, uno de ellos permiable y otro impermeable, da lugar a la formación de importantes acuíferos que se evidencian a lo largo del acantilado donde las múltiples surgencias de agua han hecho aparecer la toponimia de caños.

La existencia de alguna vegetación y de numerosos salientes y hoquedades, unido a la inaccesibilidad del terreno, ha favorecido la implantación en el tajo de una espectacular pajarera utilizada, fundamentalmente, por garcillas bueyeras (Bulbulcus ibis), gaviotas patiamarillas (Larus cachinans), garcetas (Egretta garcetta) y, en menor cantidad, palomas bravías (Columba livia), grajillas (Corvus monedula) y estorninos negros (Sturnus unicolor).

Junto a la Torre del Tajo hallamos un mirador que nos permite divisar el espectacular paisaje que el paso del tiempo ha dibujado sobre la costa gaditana. Si oteamos hacia el sur podremos divisar la ensenada de Barbate que muere en el Cabo de Gracia. Coronándola, detrás, las sierras del Retín, Plata y San Bartolomé y, si el día está claro, podremos observar incluso el inicio del continente africano.

Una vez pasado el ecuador de nuestro itinerario, a medida que comenzamos el descenso hacia Caños de Meca, observaremos algunas interesantes variaciones en el bosque. A nuestra izquierda se desarrolla una espesa banda de vegetación caracterizada por la presencia de pinos carrascos (Pinus halepensis), lentiscos, zarzas (Rubus ulmifolius), madroños (Arbutus unedo), hiedras (Hedera helix) o, incluso, durillos (Viburnum tinus). La mayor parte de estas especies poseen requerimientos hídricos superiores a los de las que componen el resto del pinar y resulta un tanto sorprendente hallarlas aquí.

Una vez en la playa de Caños de Meca, podremos recorrer la base del extremo occidental del acantilado, en donde se amontonan enormes bloques de calcarenita desprendidos del acantilado y que, lentamente, van siendo disgregados por la acción del viento y las olas.

 

 

 Fuente: Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía